Confesiones agonizantes:


Confesiones agonizantes:

La mejor táctica contra el delirio...

martes, 13 de abril de 2010

El tiempo que perdemos escondiéndonos, ocultándonos del mundo es tiempo perdido. Malgastamos nuestras energías odiando y enojándonos con todo lo que nos rodea. Está bien enojarse, es sano, pero lo que no está bien es que los sentimientos negativos se hayan instalado en nuestras vidas para pasar a ser cosas cotidianas. Me parece tonto e inútil que lleguemos al punto que todos estemos peleano a ver quien está peor. No está mal gritar y protestar, sólo digo que no sirve hacerlo cuando no merece la pena.
Ultimamente estuve pudiendo apreciar las cosas lindas y agradables que hay ahí fuera. No sé... Son esas pequeñas cosas que a simple vista parecen ser insignificantes pero son mucho más que eso. Algo que te robe una sonrisa y que haga brotar una semilla de optimismo dentro de uno mismo, no puede ser de poca importancia. Son tonterías como cruzar miradas con un chico lindo, encontrarse con la gente por la calle, comentarios agradables que hacen las personas, ver actitudes nobles en el día a día...
Salir a la calle y en vez de caminar con la cabeza baja, mirar a nuestro alrededor puede cambiarnos el día, o por lo menos hacernos pensar que hay algo mejor que la misma basura de todos los días. Probablemente cuando vuelva a leer esto en otro momento me parecerá una cursilería, pero esto es lo que pienso ahora...

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