Confesiones agonizantes:


Confesiones agonizantes:

La mejor táctica contra el delirio...

martes, 10 de agosto de 2010

"A poca gente quiero de verdad, y de muy pocos tengo buen concepto. Cuanto más conozco el mundo, más me desagrada, y el tiempo me confirma mi creencia en la inconsistencia del carácter humano y en lo poco que se puede uno fiar de las apariencias de bondad o inteligencia".

Cuando leí eso pensé "wow", y lo leí varias veces más para digerirlo bien, y me hizo pensar en muchas cosas... Me hizo pensar en que esa idea está en mi mente, que yo hubiera dicho algo similar. Porque a pesar de ir saludando amablemente a la gente, y sonreirle, se necesita algo más para que yo tome interés en su vida. Al principio somos todos divinos, somos todos buenos, por la simple razón de que no conocemos, no desentrañamos la esencia de la persona. Así es como vamos descartando gente, nos damos cuenta de que éste es estúpido, aquel es malévolo, el otro está sólo para él, y podes seguir toda tu vida hasta quedarte con unos pocos. Y en uno de esos días grises terminas diciendo cosas como "todo el mundo está para joderte", "la gente es una mierda", "el planeta está lleno de personas que no se sabe para qué están", etc. Algunos podrán decir que es una visión un poco pesimista o negativa, pero yo lo veo como un hecho, una realidad. Y no estoy criticando a aquellos que eligen ver lo mejor de las personas, porque cada uno tiene su modalidad, cada uno vive de la forma que le parece, son distintas maneras de ver las cosas. Por eso siempre trato de combinar todas las opciones, rescatar lo útil, lo bueno, lo saludable, lo certero, de cada visión, de cada postura, de cada frase... Porque al final de cuentas, la vida es un combo, ¿no?

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