Confesiones agonizantes:


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La mejor táctica contra el delirio...

martes, 21 de diciembre de 2010

Otro diciembre letal

Empezó la cuenta regresiva, en diez días se termina el año. En diez días la gente festeja que se va el 2010 y que llega el 2011. Y todo esto me pone rara, me siento mal cuando las cosas llegan a su fin, diciembre me hace sentir muchas cosas... Me hace sentir que me quedaron muchas cosas por hacer, me hace sentir que el tiempo pasa, que el año se termina, y que un día la vida también. Me dan ganas de quedarme en este año y no pasar al que sigue, pero también me da ganas de vivir cosas nuevas. Me hace pensar en todas las cosas que tengo que mejorar de mí (como ser, mi carácter bastante particular). Si en diciembre del 2009 me hubieran dicho todo lo que me iba a pasar hasta el día de hoy, no lo hubiera creído. Cada año que pasa cambio mucho, pero sigo igual. Cada año es una revelación distinta, miro de una forma diferente el mundo. Este año aprendí demasiadas cosas, y viví un millón de experiencias nuevas. Este año lloré de tristeza, lloré de risa y lloré de bronca. Perdí un amigo muy valioso y hoy en día no me preocupa que se haya ido de mi vida. Nadie es imprescindible. Gané varios amigos más, conocí gente especial y me alegro mucho por eso. Volé más alto y deliré mil veces más. Tuve una historia que no llegó a empezar, y no sé si algún día lo hará, pero me sirvió para aprender que valgo más de lo que creía, y que la persona que uno piensa que es imposible de llegar, puede fijarse en uno un día. También me dí cuenta que estoy haciendo lo que me gusta y que voy por buen camino. Me esforcé, trabajé duro y tuve mis recompensas. Aprendí más cosas sobre las personas y sus acciones. Sé que me van a quedar algunas cosas en el tintero (como siempre pasa), pero esas cosas se las dejo al 2011. Este año soñé, amé, sufrí, disfruté, aprendí, canté, creé. Este año viví.

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