La música refleja la situación sentimental de las personas, dicen algunos sabios. Otros sabios dicen que es el saldo del celular. Deben ser las dos supongo... No sé cuánto saldo debo tener en el celular, pero si sé que ultimamente descubrí un gusto especial por las canciones de Coti. A qué se debe no lo sé. Y Calamaro, sí... Debe ser mi alter ego de estrella de rock rebelde, bohemia, caradura y divertida. Hay veces que ella gana espacio dentro de mí...
Me refugio mucho en la música, pero a veces creo que los seres humanos no llegan a comprender mi gusto por la música, siento que no entienden que la vivo, que me entra por los poros, que nunca me cansa. Y me da la impresión de que eso no le pasa a muchas personas, no sé si estaré en lo cierto. Hay veces que me olvido que existe una vida de verdad, que hay que vivirla. Hay veces que salgo a volar y ya no vuelvo hasta la hora de cenar. Y me parece que la vida es linda, que el cielo es una obra de arte y no existe tal cosa como el mal.
Y como me cuesta pensar en un buen remate, termino con un video. La salida más fácil.
[Nota: en el video aparece Forlán.]