Confesiones agonizantes:


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La mejor táctica contra el delirio...

viernes, 1 de abril de 2011

Las musas se fueron de vacaciones.

Pensaba escribir algo poético, frases elaboradas, calidad y contenido, pero no es la ocasión. Pensaba iniciar con una frase suprema, de esas que dejan atónito, pero no se encuentran a mi alcance en estos momentos. Hacía bastante que no escribía nada, el caso es que no encontraba un tema meritorio de una entrada. Y hoy mi cabeza empezó a dar vueltas y vueltas y surgió una hipotesis muy interesante que próximamente será comprobada: "mi mente está viviendo el principio de grandes cambios". Este año va a ser distinto. Lo siento, lo sé (algo raro, ya que los últimos años tengo la impresión de que van a ser igual que el anterior). 
Últimos acontecimientos. Ya pasaron las tres primeras semanas de clase. So far, so good. Empecé una clase de ingles distinta, de conversación avazada. Fue un cambio brusco eso, de estar con la gente del liceo en la clase de ingles, pasé a tener como compañeros a dos adultos. Me estoy acostumbrando, igual es sólo un día... La semana que viene retomo el club, me siento una gorda chancha. El finde pasado sali de parranda con amigos, hacía tiempo que no me divertía tanto; no soy de salir a bailar, pero esa noche estuvo genial. El martes fui a ver a mi ídolo máximo: Joaquín Sabina. Cómo adoro a ese viejo, sus palabras me hacen estremecer. Es de esas personas que son tan buenas en lo que hacen, que hacen que parezca tan fácil, pero cuando intentas hacerlo te sentís patético. 
Y sin más nada que decir la gorda chancha se va a comer. Como dice Traverso, "así está el mundo amigos".

1 comentario:

  1. Los grupos de inglés me acuerdo que siempre me desestructuralizaban de la rutina que estaba acostumbrada en las clases liceales.

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