Que las voces de fondo sigan siendo voces de fondo.
Que los coros no se conviertan en la voz principal.
Que los zumbidos lejanos permanezcan distantes.
Que no se vuelva a poner el Sol.
Que las frases que bogan no desaten una guerra.
Que no estalle todo y venza el vacío.
Que al desahogar mis suspiros no me trague el agua.
Que finalizado mi turno, no me hagan jaque.
Porque si eso pasa, otra vez perderé la guerra contra la desilución,
Porque prefiero, a veces, una tregua por miedo a no ganar.
Porque cada encuentro me hace preguntar sobre las cosas más triviales, y que sólo soy capaz de responder al final.
Pero, cada día que pasaba, cada noche que me atormentaba, iban sumando hilos para mi chaleco antibalas.
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