Confesiones agonizantes:


Confesiones agonizantes:

La mejor táctica contra el delirio...

martes, 17 de agosto de 2010

Genio.

"Pero la semilla ya estaba plantada. Me serviría de la música para escapar. ¿Adónde? Igual acababa en el psiquiátrico, como Holden… pero no sin mi guitarra."


"Historias de rock´n´roll y carretera que hicieron aflorar mi ternura y me hicieron reparar en lo estrambótico de una gente que recurre a especialistas hasta para hablar con sus parejas. L.A. is different. "

"Sé que voy a quedar como un nostálgico trasnochado. Un subproducto romántico-rancio del último cuarto del siglo XX. Y es sólo una sensación que dura milésimas de segundos (mi alma se reinicia en digital de nuevo en 0,0001, lo juro. No estoy tan mal). Pero cuando oigo eso del apagón analógico siento que se está dando el tiro de gracia a los tirachinas; los tira culos; las peonzas; las canicas; las carreras de chapas; los vinilos; las cartas de amor o de odio; las tinieblas; las sesiones de grabación todos juntos; las casetes; pedir salir a una chica; robar peras; cambiarse cómics; echarse un Tetris en los recreativos; jugar a la pared con los cromos; colarse en la fábrica abandonada; agarrarse al último vagón del metro; pedir por mí y por todos mis compañeros; hacer pellas en tutoría; los dibujos animados a mano; quedar en el puente; planear una aventura nocturna; escribir versos malos en un cuaderno de anillas a boli Bic negro; fumar petas en el descampado…
Podéis reíros, ¡oh jóvenes hordas púberes del siglo XXI! Pero yo vaticino que dentro de un par de décadas uno de vosotros colgará una columna/holograma en la Rolling Stone virtual recordando las abreviaturas de los mensajes (cuando aún había que teclearlos), el Messenger, las gafas para ver en 3D Avatar… Suponiendo que no vuelva a poner los contadores a cero un temblor de tierra a escala global, un tsunami planetario o el último grito en bombas de destrucción masiva, claro. Hasta el mes que viene."


Me devoré cada enunciado de cada columna que escribió, sé que suena tonto pero al ser una redacción coloquial parecía como si escuchara la voz del tipo diciéndome todas esas cosas. Por momentos me hacía matarme de risa y por otros me dejaba viajando. La verdad, me sorprendió, no la tenía esa, y me fascinó tanto que no me contuve, debía hacer una entrada con eso...

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